En esta última entrega del Festival Online Mujeres de Cine, analizamos las óperas primas La hija de un ladrón, Mudar la piel y Paradise Hills. Os recordamos que hasta el próximo 31 de marzo podéis disfrutar de esta amplia selección de películas dirigidas por mujeres que organiza la plataforma Mujeres de Cine.
La hija de un ladrón (Belén Funes, 2019)
Sara ha estado sola desde que era una niña. Ahora, con 22 años, tiene que hacerse cargo de su hijo mientras lucha por la custodia de su hermano pequeño contra su padre, que después de varios años acaba de salir de la cárcel. Belén Funes dirige su primer largometraje, La hija de un ladrón, siendo uno de los principales títulos que nos deja el Festival Online Mujeres de Cine en su primera edición.
Funes presenta un personaje tan cargado de realidad y autenticidad que resulta imposible no ver verdad en sus ojos. El espléndido reparto, donde destacan especialmente Greta Fernández, Eduard Fernández y Àlex Monner, ponen cara a este dibujo de una familia desestructurada que tan bien se enmarca en la España más actual.
La hija de un ladrón, sin embargo, no sigue el camino fácil de caer en tópicos o miserias para entumecer al espectador, sino que introduce una historia donde la relación padre-hija, y especialmente la soledad, tienen mayor peso que la denuncia de clases. Es esa misma soledad la que juega con las luces y sombras y donde Funes muestra una mirada especial.
El debut cinematográfico de Funes ya ha convertido a la cineasta en uno de los principales nombres a seguir en los próximos años, después de alzarse con el Goya a mejor dirección novel y a la Concha de Plata a mejor actriz. Greta Fernández ha acumulado toda una lista de premios y nominaciones que realzan su interpretación de esta joven que no se ha podido permitir disfrutar de su juventud y ha tenido que madurar demasiado rápido.
Mudar la piel (Ana Schulz, Cristóbal Fernández, 2018)
Ana Schulz desnuda la privacidad de su casa para codirigir Mudar la piel, documental en el que ahonda sobre la relación de su padre Juan, que trabajó como mediador entre ETA y el gobierno español, con Roberto, un espía de los servicios secretos que se infiltró en su vida y con el que forjó una estrecha amistad. Schulz, junto a Cristóbal Fernández, desvelan los entresijos de esta relación que ni siquiera ellos pueden entender del todo bien.
La potencia de Mudar la piel es clara: el poder de sus protagonistas. La historia real detrás de este documental es tan grande que casi podría sostenerse por sí sola. El personaje del padre de la autora, Juan, desprende unicidad, y logra compensar con creces los pequeños fallos que Schulz y Fernández cometen. Mediante conversaciones con su padre, con su madre y con Roberto, el espía que iba a su casa cuando la directora era niña, Mudar la piel teje un pasado que queda al descubierto.
La mezcla de géneros y estilos convierte el film en una unión entre el documental político y el thriller, donde la relación padre-hija cobra especial protagonismo. Mudar la piel nos muestra las fotos familiares, las entrevistas a sus padres y el intento de extraer palabras al escurridizo Roberto, pero también nos enseña escenas de espionaje dignas de cualquier drama de espías. Los autores no dudan en colocarse delante de la cámara para intentar buscar respuesta a una traición que tuvo lugar hace años, pero que aún no han terminado de comprender. A través de la disección de la amistad entre estos dos singulares hombres, Schulz y Fernández hablan sobre las relaciones humanas y un momento histórico de especial relevancia en España.
Paradise Hills (Alice Waddington, 2019)
Paradise Hills es un internado de lujo donde las familias más ricas del país envían a sus hijas para que sean convertidas en mujeres obedientes y dóciles. Uma, una joven que se niega a seguir con el matrimonio concertado por su familia, es forzada a asistir al internado donde no tardará en descubrir que las cosas no son lo que parecen. La bilbaína Alice Waddington dirige Paradise Hills, una obra de ciencia ficción feminista.
Waddington llena de color y símbolos la pantalla en esta película visualmente cuidada hasta el más mínimo detalle que consiguió la nominación al Goya a mejor diseño de vestuario. Nacho Vigalondo participa en el guion de la ópera prima que se inspira en cuentos clásicos como Alicia en el país de las maravillas para presentar a sus jóvenes protagonistas.
La autora trata varios mensajes atrayentes en este tipo de géneros, como la sororidad, la belleza como imposición social, el culto al cuerpo o la presentación de mujeres de distintas razas o complexiones como heroínas. Los simbolismos y la elección de vestuario enfatizan estos aspectos, pero la ciencia ficción de Waddington no consigue sostenerse por sí misma y va perdiendo fuerza según avanzan los minutos.
A pesar del reparto con sus destacados nombres internacionales entre los que figuran Emma Roberts, Awkwafina o Milla Jovovich, las actuaciones de Paradise Hills son poco más que correctas, y no colaboran en crear ese ambiente que la autora busca.
La feminidad y los mensajes positivos que presentan Alice Waddington en su atractiva imagen del Paradise Hills pueden no terminar de salvar la película, pero sin duda la autora se presenta con las ideas originales suficientes para poder mejorar con la experiencia y acabar dirigiendo obras con un mejor equilibrio entre el mensaje y sus formas.
Podéis leer todas las críticas del Festival Online Mujeres de Cine en Cine en Serio.
Pablo Parrilla
Carlos Murcia
JUANKIBLOG