Festival de Sitges 2021: «The Innocents» de Eskil Vogt

The Innocents, la cinta dirigida por el noruego Eskil Vogt, ha llegado a Sitges con mucha fuerza tras causar muy buenas sensaciones en la sección Un Certain Regard de la pasada edición del Festival de Cannes. Sin embargo, pese a ver que ha causado un entusiasmo generalizado en el público del certamen catalán, la película está llena de muchas sombras que merecen la pena ser analizadas.

El film sigue a un grupo de niños que poco a poco van descubriendo habilidades telequinésicas. Lo que al principio parece un entretenimiento inocente y que empieza con mover objetos pequeños va escalando hasta el punto de poder controlar las personas. Los adultos desatienden a sus hijos, la comunicación entre padres e hijos es nula y esto deriva a situaciones en que los niños canalizan sus frustraciones a través del uso de estos poderes con resultados catastróficos. La película se equivoca en centrar la culpa en un solo antagonista que poco a poco se va convirtiendo en el principal enemigo. Algo moralmente cuestionable, ya que un niño de 9 o 10 años no es culpable de sus propios actos y la película conduce al espectador a sentir un odio innecesario en un personaje inocente. Además los adultos, pese a ser los verdaderos culpables de los sucesos negativos que transcurren en la película, da la sensación que quedan eximidos de toda culpa. A esto hay que sumarle que son precisamente los dos protagonistas razializados los que salen peor parados en la película, si esto ocultase algún tipo de crítica o reflexión bien construida sería entendible, pero acaba convirtiéndose en algo anecdótico.

No sería extraño que The Innocents se llevase algún premio en esta edición de Sitges. Esperemos que no, teniendo en cuenta que hay varias películas en sección oficial mucho mejor trabajadas. Quizás lo peor de The Innocents no está en las decisiones moralmente cuestionables que al fin y al cabo pueden estar sujetas a la opinión subjetiva del espectador. A mi parecer su principal problema es que construye un universo interesante pero con unos personajes faltos de motivaciones y objetivos claros, que vagan sin rumbo y que dejan a uno frio, hasta el punto de sentir que todo en esta película da igual.