Phenomena Experience: El rey león y Aladdin, niños grandes

El diluvio que cayó el pasado 28 de septiembre por la tarde sobre Barcelona no impidió que decenas de personas asistieran a un acontecimiento único nunca visto en Phenomena: una sesión Disney. Sesión que los organizadores de Phenomena deseaban (puede que incluso más que los espectadores) proyectar en la gran pantalla. Y lo han conseguido. Se dejó atrás la cinefilia más ochentera, la del cine de acción/aventura pura y dura, la de los amantes de la serie B y de los efectos especiales, para dejar paso a esa cinefilia más propia de los niños grandes. Y con niños grandes me refiero a muchas cosas a la vez: me refiero al interior más infantil y divertido de los adultos, me refiero a aquellos que han crecido queriendo ser Aladdin y llorando cada vez que asisten a la muerte de Mufasa; pero también me refiero a los propios niños de hoy en día, acostumbrados y contaminados por otro tipo de animación, que cuando ven los clásicos de Disney han de esforzarse en entender que los valores, las aventuras y hasta muchos de los chistes no son infantiles, son adultos, hablan sobre la madurez y al aprendizaje.

Se llenó el Palacio de Congresos de Barcelona de una audiencia de lo más variada. En una fila podías ver al grupo de amigos que no pudieron resistirse a comprar las entradas para volver a vibrar con sus ídolos de infancia; en la siguiente unos padres que habían arrastrado a sus hijos pequeños y no tan pequeños a tal acontecimiento (o a la inversa); y unas filas más adelante, en una esquina, se podía distinguir dos amigos, cuyas edades rondaban la quinta década, divirtiéndose y riéndose como nunca. Queda demostrado que Disney une absolutamente a todo tipo de personas.

Phenomena Experience: El rey león

Las elegidas para el pase fueron nada más y nada menos que Aladdin y El rey león, dos de las películas que probablemente estén en lo más alto de los Top 10 de películas Disney de cada uno de los habitantes de la Tierra. Creo que resulta del todo innecesario explicar porque estás dos películas cambiaron la vida de generaciones enteras y la forma de entender la animación. No sé si aún existe alguien que no las haya visto, pero si por una remota casualidad existe ese alguien, que no pierda el tiempo y las mire. ¿Por qué? Qué gran pregunta ¿Por qué ha de sentarse uno a ver un clásico de Disney? Creo que la respuesta queda reflejada en el público que crean. Un público cuya franja de edad puede rondar desde los 2 años hasta los 99. Dejemos atrás las etiquetas y no califiquemos las películas de Disney como “películas para niños”. No lo son. O al menos no son exclusivamente para niños. Es evidente que es un producto donde los personajes, la fantasía, los dilemas morales y las aventuras están encarados para dejar boquiabiertos a los más pequeños. El problema es que también dejan boquiabiertos a los más grandes. Ayer Phenomena era una olla a presión en la que se mezclaban los aplausos, las risas, los chillidos, los abucheos a los malvados y los que se animaban a cantar las magníficas canciones de las películas. El ser humano siente la necesidad de divertirse, da igual la edad que tengas, y si encima esa diversión está milimétricamente bien construida y aparte de hacerte reír es capaz de hacerte pensar que las aventuras y los dilemas de los héroes no son tan diferentes a tu vida diaria (reconozcamos que todos hemos tenido un jefe/profesor Jafar y un amigo Pumba), estás delante de una experiencia única. Eso es Disney.

Phenomena Experience: El rey león

No quiero dejar de lado el magnífico trabajo de los organizadores de Phenomena. Hubo una especial selección de trailers geniales y un videomontaje de Robin Williams magnífico. También fue muy acertado poner las películas en versión original, disfrutamos mucho viendo la explosiva voz e interpretación de Williams dando vida al Genio de la lámpara (personaje hecho a la medida del difunto actor). Y por último cabe destacar las sorpresas y el misterio que rodea la iniciativa de Phenomea: año cero, cuyo lema es “El cine volverá a ser un espectáculo”. Sinceramente creo que ya lo han conseguido. Pases como este demuestran que a Phenomena no se va a ver cine, se va a disfrutar con el cine y a encandilarse con el espectáculo que rodea al séptimo arte.

EL PRÓXIMO 12 DE OCTUBRE PODRÁS DISFRUTAR DE EL REY LEON Y ALADDIN EN MADRID 

 

 

 

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