Faraday, la película que a tu primo le gustaría rodar

Hace ya algún tiempo en el que el talento y las ganas son más importantes que el dinero a la hora de hacer una película. Y este es el caso de Faraday y de su director, Norberto Ramos del Val, que vía crowdfunding y rodeado de amigos y colaboradores ha conseguido sacar una de las películas españolas más divertidas y locas del año (con permiso de Gente en sitios, claro).

La película comienza como un falso documental en el que se nos narra la vida de Faraday (Javier Bódalo), un joven que supuestamente tiene el don de la telepatía y que está obsesionado con los eventos paranormales; y de su novia Pati (Diana Gómez), una chica tontita que hace cupcakes y que ante todo quiere ser bloguera de moda, tener muchos seguidores en twitter y marcar tendencia. Ambos deciden irse a vivir juntos a un piso que resultará estar encantado por la anterior inquilina y que será el inicio de una delirante sucesión de acontecimientos.

Bajo esta premisa que pudiera parecer no demasiado original Faraday resulta ser un híbrido a caballo entre el falso documental, una película de terror, una parodia del mundillo de Internet y los egoblogs (y que hará especial gracia a los habituales de twitter y del focoforo), llena de humor y de coñas a veces demasiado absurdas para que hagan gracia al espectador medio… y todo ello narrado de una forma muy autoconsciente (maldito lowcost, dirán los protagonistas de la película cuando no se nos muestran algunas escenas de acción). Y a este cóctel tenemos que añadirle escenas de animación, cámaras ocultas fijas y un interesante juego con las redes sociales que seguro que marcará tendencia.

Faraday película

El resultado es una película desigual, con un primer tercio fresco e interesante y que tiene quizá su punto álgido en la retransmisión de la fiesta vía twitter pero que acaba siendo un poco larga y va desinflándose hacia el final.

Faraday tiene numerosos aciertos, como son sus actores, el tono utilizado para contar las cosas y el uso que hacen de la tecnología en pantalla. Pero como película uno la ve sabiendo que se está perdiendo numerosas coñas por no estar en ciertos foros o no conocer algunos de los cameos internetiles de la película y casi-casi la cinta de Norberto Ramos del Val parece ser la película que haría tu primo si supiera coger una cámara y escribir dos frases coherentes. ¿Fresca? Desde luego. ¿Divertida? Mucho. ¿Buena? Menos de lo que me gustaría, pero al menos entretiene un rato.

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