Vivir es fácil con los ojos cerrados, road movie en la época tardofranquista

La última película de David Trueba está basada en una historia real y nos cuenta la historia de Antonio (Javier Cámara), un profesor que enseña inglés en un colegio de Albacete en 1966 y que está obsesionado con Los Beatles y con John Lennon en particular. Antonio ha escogido como peculiar método pedagógico enseñar inglés con las canciones de la mítica banda inglesa transcribiéndolas a oído. «¿Por qué pide ayuda John Lennon, un tipo que gana mucho dinero y toca delante de miles de personas?» interroga a sus alumnos sobre ‘Help!’ en la escena inicial del filme.

Y esta obsesión por John Lennon es el motor que llevará a Antonio a desplazarse en coche hasta Almería, donde Lennon está rodando la película Cómo gané la guerra (Richard Lester, 1967), en medio de los rumores de separación de la banda. Por el camino se cruzará con Belén (interpretada por una preciosa Natalia de Molina), una joven de 21 que parece que está huyendo de algo, y con Juanjo (Francesc Colomer), un joven de 16 años que ha decidido irse de casa por culpa de un padre demasiado autoritario. La unión casual de los tres en este viaje rumbo a Almería formará un interesante trío y juntos intentarán cumplir el sueño de Antonio.

Pensar en atravesar media península en coche ahora no tiene más misterio que encender el GPS, llenar el depósito y poner nuestro disco favorito. Pero atravesar media península en un Seat 600 en la época tardofranquista era toda una aventura aunque la distancia que separa Albacete de Almería sea exactamente la misma.

Vivir es fácil con los ojos cerrados

La España de los 60 era una España muy diferente a la de ahora y en este viaje nos reencontraremos con muchos elementos que casi se nos antojan irreales para todos aquellos que no la vivimos. ¿Acaso de verdad te multaban por viajar a dedo? ¿Y te pedían el libro de familia si dos personas del mismo sexo querían compartir habitación? ¿Y llevar el pelo largo era de maricones y objeto de burla? Sí, a todo sí, eso y mucho más. El reflejo de esa época histórica es una de los grandes logros de la película, ya que nos da una mirada honesta a lo que fuimos hace no tanto tiempo.

David Trueba ha escrito y dirigido una pequeña historia en la que nos agarra de la mano desde el comienzo y no nos suelta para hacernos reír, disfrutar y emocionarnos. Quizá lo único que no acaba de ser redondo son algunas de las interpretaciones, ya que muchos de los secundarios parece que no saben actuar e incluso un gran actor como es Javier Cámara está en algunos momentos muy sobreactuado en el papel del profesor de gran corazón.

Esta película en otras manos se hubiera convertido en una historia tonta y de lágrima fácil, pero la mirada de David Trueba ha logrado darle ese punto exacto de sinceridad y por ello gustará tanto lado a los amantes de la música que quieran conocer qué pasó en la visita de Lennon en el 66, como a los interesados en ver la recreación de la España de mediados de los 60 y recordar cómo fue su juventud o ver cómo fue la juventud de nuestro padres.

 

 

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