Too Old to Die Young, una nueva forma de ficción audiovisual

Durante todo el 2019 se ha hablado mucho de series de televisión. El año se acaba y aún resuenan diálogos, a veces interesantes, la mayoría tediosos, sobre el final de Game Of Thrones, emitido en mayo. Justo después, durante semanas, solo se habló de Chernobyl, y debo reconocer que hasta yo utilicé algunos fragmentos en clase para que mis alumnos de ciencias entendiesen cómo funciona un reactor nuclear. Otra magnífica temporada de Mindhunter en agosto nos acercó un poquito más a comprender cómo funciona la mente de un asesino en serie (y también cómo lo hace la nuestra). Y cómo no reparar en la adaptación en forma de secuela que ha acometido Damon Lindelof con su Watchmen, que ha resultado de lo más estimulante para finiquitar el panorama audiovisual televisivo del curso 2019. Pero debo advertiros que entretanto se os ha escapado algo. La obra más ambiciosa del realizador danés autoproclamado “NWR” que ha emitido Amazon Prime Video y que, a mi parecer, ha pasado desapercibida para la mayoría del público en general. Os hablo de Too Old To Die Young, probablemente la serie más controvertida y alucinante del año.

Too Old to Die Young NWR

Too Old To Die Young (2019), la ¿serie? de Nicolas Winding Refn ofrece un visionado irregular. Incluso para acólitos del director danés quizás sea excesiva, y no lo digo por decir. He visto toda la filmografía de Winding Refn e incluso conduje hasta otra ciudad para ver su última película en un cine, cosa que nunca antes había hecho ni he vuelto a hacer. Es sorprendente (y perturbador en cierto modo) que NWR haya realizado Too Old To Die Young antes de cumplir los 50 años, ya que es fácil descubrir en ella la condensación de toda su filmografía anterior, desde Pusher (1996) hasta The Neon Demon (2016), resultando el culmen indiscutible de su estilo formal y su visión cinematográfica, pero no por ello su mejor obra o, al menos, no la más equilibrada, sino más bien todo lo contrario: una de las más divisivas y polémicas. ¿Qué vendrá después? Nadie lo sabe.

La trama de Too Old To Die Young se centra en dos personajes principales: Martin Jones (Miles Teller), un policía corrupto de Los Ángeles y Jesús (Augusto Aguilera), el hijo de una poderosa narcotraficante. El destino de ambos se cruzará cuando Jesús, en venganza por el asesinato de su madre, ajusticie al compañero de Martin. Hasta aquí todo parecería indicar que se va a desarrollar una trama propia del cine criminal, pero todo comienza a retorcerse de manera macabra hasta desembocar en un descenso a los infiernos no apto para el espectador de moral sensible.

En lo que sí debería haber entusiasmo y consenso generalizado es en la magnificencia técnica de esta obra. La primera secuencia del piloto tiene más planificación de puesta en escena que todas las series originales de Netflix juntas. La absurda complejidad de la composición de todos y cada uno de los planos, el impresionante tratamiento del enfoque en el recorrido de la escena, la mística que añade Cliff Martínez con su banda sonora o los ya icónicos movimientos laterales de cámara son para degustar. Un apunte. Winding Refn solo me había recordado a David Lynch en Fear X (2003), que considero una de sus mejores películas. Aquí lo hace constantemente, como una versión diabólica y egocéntrica del mismo. Con Twin Peaks: The Return (2017) y la reciente llegada de Too Old To Die Young (2019) quizás debamos reflexionar sobre cómo debiera catalogarse esta nueva forma de ficción audiovisual que sus autores no han tenido reparo en denominar cine. La verdad es que parece más eso que otra cosa. Creo que el único elemento que pesa a la hora de calificar estas dos obras como series es la ventana de distribución. Es impensable estrenar hoy día una película de 13 horas en una sala de cine. Pero me resulta difícil encontrar otro argumento que rebata que ambas obras son cine. Se podría debatir también sobre la naturaleza episódica que segmenta la narrativa de ambas obras, pero tampoco creo que esté lo suficientemente formado para hablar de esto, aunque el tema me parece muy interesante. 

Too Old to Die Young NWR

Repito la pregunta: ¿Qué vendrá después? He ahí la cuestión de mi estado perturbado. No lo sé. Viendo ciertos capítulos de Too Old To Die Young (especialmente los de su tramo central) me he sentido totalmente desprotegido debido a mi incapacidad para prever, descifrar o reflexionar la trama que se iba desarrollando ante mí. Hay episodios que me han dejado totalmente descolocado. Hipnótica en sus formas, casi esquizofrénica, muestra una deformación paródica e hiper-estilizada de la actual Norteamérica, un país sometido al culto de la violencia. A veces esa parodia resulta terrorífica, a ratos brillante y, en ocasiones, ridícula, hasta tediosa. Me inclino a pensar que lo mejor ha venido de la mano de Ed Brubaker, co-guionista de la historia, y que si algo ha deteriorado la cohesión del relato ha sido la falta de autocontrol de un Winding Refn totalmente desatado. De todos modos no sería justo considerar esta serie como una oportunidad perdida del danés para culminar su obra maestra. Too Old To Die Young no es perfecta pero lo sería aún menos sin esos excesos. De culto es, sin duda, pero no para todo el mundo. A vosotros, lectores de Cine en Serio, sí os la recomiendo.

Too Old to Die Young (2019, Ed BrubakerNicolas Winding Refn) Disponible en Prime Video

[imdb]tt6517320[/imdb]
5 comments
  1. Una de las peores series que he visto en mi vida, tremendo esfuerzo verse los 10 capítulos con planos que se extienden hasta la exageración, torturas y violencia gratuitas, personajes absurdamente excéntricos y argumento que ocupa media servilleta de bar. Para la posteridad del ridículo, los 5 minutos de Jena Malone masturbándose con unas gafas de realidad virtual puestas, las miradas de Milles Teller al infinito antes de recitar unos diálogos que ni él mismo entiende, un William Baldwin pasadísimo haciendo ruiditos de tigre, números musicales absurdos y el primer plano de un enfermo cagando en una bolsa de plástico.
    Nada nuevo del «auteur del cine» que afirma que «Only God Forgives es una obra maestra y Drive está a la altura de Ciudadano Kane»* y al que ahora según su firma hay que dirigirse a él como #byNWR.
    A ver si se retira y se mete también a registrador de la propiedad…
    *
    https://www.youtube.com/watch?v=1jPWGEoyJHY

    1. Totalmente de acuerdo. He de decir que hasta Drive, incluida esta, la mayor parte de su filmografía era de mi agrado. Pero desde Only God Forgives…Si «sacada de chorra» es cuando un director se marca algo digno de destacar, podría decir que desde entonces, NWR me ha hecho un Mortadelo en cada uno de sus trabajos. Y con este último, pues qué puedo decir, he terminado la serie y me he quedado igual, pensando que había buenos mimbres, pero aburriéndome como una ostra.

      1. No me he atrevido a ver la trilogía «Pusher» ni «Fear X» porque su estética no me llama nada pero ni las mega sobrevaloradas «Valhalla Rising» ni «Bronson» me parecen que pasen del corte mínimo.
        Sólo salvaría «Drive» que me parece una buena película y me da a mi que fue más gracias al guión (el único en el que casualmente no aparece acreditado) y a que Refn había pillado muy bien las mejores esencias del «Driver» de Walter Hill.

  2. Ácido, ácido, ácido… Y cocaina. Nada más. Y todo bajo una lente rosa o fucsia o violeta, como tu nombre. Un genio es NWR, vaya macarrón les ha metido a los de Amazon, seguro que no le llegaban los paquetes a tiempo

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