El día del espectador: “Alta fidelidad”
No se cómo estarán las cosas ahí fuera, pero hace años, antes de todo esto y de las consabidas crisis que han estado por aquí, llevar una nómina a tu banco por primera vez era sinónimo de alegría y alarma inequívoca de que ya eras adulto. Con eso, las opciones eran varias: una vajilla, una aspiradora, unos bonos en algún producto que daba dinero seguro y un DVD con una colección de películas que irían llegando como buenamente pudieran, previo pago del rescate para su liberación pormenorizada, alargándose en el…
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