Nunca entenderé cómo se forman las secciones en los festivales de cine y como una película de 2013 puede llegarte en 2015, durante los primeros días del SEFF’15. Quizás ese sea un tema alejado del resto de los mortales, más condenado a la esquina oscura de un despacho con carteles de ‘Al final de la escapada’ en una pared.
Ese no es el tema, en definitiva. El tema es que hemos tenido la suerte de ver una película buena de Steve Coogan en este festival, que repetirá con The Trip to Italy, curiosamente del año pasado también.
Alan Partirdge es un famoso Dj (de los de radio, no de esos que hay ahora) de una pequeña localidad de la ‘deep England’; con un ego más grande que Gibraltar, siempre buscando ser el centro de atención y cierta pasión por los comentarios fuera de tono sobre judíos, se verá envuelto en un secuestro que habrá orquestando sin saberlo a través de sus absurdas toma de decisiones en la vida.
Cabe destacar cómo han sabido trasladar al cine el personaje creado por el propio Coogan y Armando Ianucci (In the loop), quizás el último medio que le quedaba tras aparecer en radio, televisión y literatura, de tal modo que no es necesario conocer las aventuras anteriores de Alan Partirdge para saber lo que es: el típico compañero de trabajo que todos hemos tenido; es precisamente por la cercanía y la vileza de su personaje que el espectador puede conectar tan rápidamente con él, después de todo, todos amamos a los antihéroes.
La multitud de gags ‘typical british’, la mezcla entre humor cotidiano y surreal que bañan la cinta y, sobre todo, los noventa minutos de duración, nos obliga a tener que agradecer a los programadores del festival que nos la hayan traído en versión original, ya que de ningún otro modo tiene sentido su visionado, aunque hayan pasado dos años desde su estreno.
Blanca Álvarez
Alejandro García
Paco Casado
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