Obediencia, vivir en los suburbios

La escuela del cine realista británico tiene en los directores Ken Loach y Mike Leigh a dos de sus incuestionables maestros. La verosimilitud que exudan las imágenes de sus trabajos radica en la naturalidad de sus intérpretes, la cotidianidad de sus diálogos y un estilo casi documental. Su influencia se evidencia especialmente en cineastas menos veteranos, que indudablemente han cogido su testigo, aunque hayan aliñado la fórmula habitual con elementos propios del videoclip y la publicidad. En el caso de Andrea Arnold se añade también una especial preocupación por retratar a la juventud de las zonas más marginales. Con Obediencia, Jamie Jones parece un digno sucesor de la firmante de Fish Tank

Obediencia

Procedente del campo del documental televisivo, el videoclip y la publicidad, el realizador británico retrata la vida de un chaval de un suburbio pobre en Obediencia, su ópera prima en el largometraje. Jones ambienta su filme en los disturbios que se produjeron en en 2011, a raíz de la muerte de un chico negro a manos de un policía, para preguntarse cómo podría ser la existencia cotidiana de alguno de esos guerrilleros urbanos que participaron en las revueltas. La película muestra a un chaval que pertenece a una   desestructurada, donde la madre tiene problemas con el alcoholismo, y asiste a una realidad deprimente donde la falta de trabajo y de expectativas de convierten los bloques de viviendas sociales en un caldo de cultivo de la y el desencanto. A todo ello hay que añadir el habitual desconcierto emocional y sexual propio de una persona en tránsito a la edad adulta. 

El director  pretende que comprendamos a su protagonista de su debut y utiliza las armas del siempre efectivo cine realista de su país: un tono cercano al documental, diálogos creíbles y un grupo de intérpretes, donde se dan cita actores profesionales y otros amateurs, que logran desaparecer en sus personajes. Hay sensibilidad en el retrato del desnortado y Jones evita en todo momento el discurso panfletario, un elemento que afea a veces el cine de Ken Loach. No obstante, eso no quiere decir que Jones no denuncie la situación de un juventud sin futuro que se ve abocada a la delincuencia. 

Obediencia

A pesar de sus indudables valores, la cinta no es perfecta. Algunos momentos de vacuo esteticismo, huella quizá del pasado del realizador en el mundo de la publicidad y el videoclip, restan veracidad al conjunto. También ciertas reiteraciones innecesarias deslucen un tanto el resultado. A pesar de todo, Obediencia se revela como una muy estimulante ópera prima de un director al que habrá que seguir la pista. 

Deja un comentario

You May Also Like

Terror Molins 2017: COMPULSIÓN, aburrimiento antinatural

Después de la proyección de compulsión en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, su director y guionista Ángel González coincidió conmigo en los baños del cine.…
Ver entrada

Lupin the 3rd, apabullante adaptación

Estaba tardando mucho la adaptación cinematográfica con personajes reales de uno de los mangas más famosos de la historia: Lupin III. La obra ya tuvo su adaptación en serie anime…
Ver entrada

Festival de Málaga 2017: PLAN DE FUGA, todo por la pasta

Nos la han vuelto a colar parte dos. Si creíamos que ya lo habíamos visto todo con la inclusión de La niebla y la doncella en la sección oficial del…
Ver entrada