Niños grandes 2, preguntas sin respuestas

Empiezo a creer que el espectador medio es más sabio de lo que aparenta dado el éxito de Niños grandes 2. Que se haya acogido con tanto entusiasmo una propuesta tan revolucionaria como ésta me hace albergar la esperanza de que el cine experimental aun tiene cabida dentro del más mundano mainstream.

La estrategia de romper con todos los cánones establecidos por una narrativa convencional que formula el guión firmado por Fred Wolf, Adam Sandler y Tim Herlihy deja en pañales a cualquier filigrana autoral de Paul Thomas Anderson, del que Sandler parece haber aprendido bastante. El objetivo está claro, despojar al relato de cualquier armazón que nos recuerde al manido planteamiento-nudo-desenlace y obsequiarnos con una serie de escenas que, en cierto modo, nos recuerdan al 21 gramos de Iñárritu o, yendo más allá, a Rayuela de Cortazar. El orden no es lo que importa sino que se trata de dar pinceladas sin sentido aparente bajo un calculado caos.

El catálogo de personajes que ya era grandioso en Niños grandes aquí se ve engrandecido por ese icono de masculinidad y hombría que es Taylor Lautner. Lo de este hombre va más allá de lo que se suele entender por una interpretación bressoniana: su carencia de matices es simplemente digna de alabar.

Pero no olvidemos que esto es una comedia y de lo que se trata es de que nos riamos. En este punto entra cierto chiste protagonizado por Kevin James que no os voy a reventar pero que funciona como cámara de ecos, resonando durante toda la película como leitmotiv, repetido incansablemente adquiriendo una oleada de matices sonoros e incluso olorosos como no nunca hemos visto en una sala de cine.

niños grandes 2

Niños grandes 2 plantea demasiadas preguntas en sus 100 minutos: ¿Cómo consigue Adam Sandler venderle estas películas tan cercanas al arte y ensayo a Columbia Pictures? ¿Dónde se han ido los 80 millones de dólares que según imdb ha costado esta película? ¿Tendrá algo que ver la presencia en el reparto de Maya Rudolph, esposa de Paul Thomas Anderson, en la deriva experimental de Sandler?  ¿No estaremos ante una película de ciencia-ficción? (sería la única explicación posible por la que unas señoras del calibre de Salma Hayek y María Bello sean esposas de Sandler y James, respectivamente). ¿A alguien le hace gracia David Spade? Y, la más importante, ¿por qué no sale Rob Schneider?

Me veo incapacitado a ponerle nota a tamaña obra cinematográfica. Entiendan ustedes que bastante tengo con haberla visto entera. O que lo mismo la película es una puta mierda y yo la he entendido mal.

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