Low cost por el cine

Estoy completamente inseguro de todo lo que voy a decir ahora, pero no quiero aguantarme un día más sin decirlo.

El cine ‘low cost’ es una mentira.

No existen. Son los padres.

Desde los medios más modernos etiquetan a las cintas nacionales, de carácter más indie y atrevidas, como low cost.

El modernismo ha llegado.

Sambenito, prefijo, sufijo o como quieran llamarlo; para todos aquellos no puestos en temas ingleses, viene a ser algo así como cine de bajo coste. Denominar así a un cine, el español, el cual nunca ha sido de gran coste, es cuanto menos extraño.

La democratización de los medios audiovisuales, tales como cámaras y ordenadores, junto con la poca vergüenza del típico amigo que se tiene que es muy gracioso,  han terminado casi por matar al sector, si es que alguna vez lo hubo.

cine low cost

¿Y a dónde quiero llegar con esto? Pues precisamente a una paradoja, cada día más continua.

El cine low cost es caro, ¿o acaso los medios audiovisuales nacen de los árboles?; ya no voy a contar la formación, la cual ni tan siquiera es necesaria visto lo visto, ¿pero es posible estar viviendo toda tu vida del cine a este coste?

Pues no, evidentemente, rodar una película con cuatro amigos en una furgoneta y esperar a pegar el pelotazo en Sundance o un festival perdido en el norte de Noruega, es de esas cosas que solo se pueden hacer una vez en la vida, puesto que de algo hay que vivir. La profesión cinematográfica está cada vez más devaluada, tanto por gente que empieza, como por el público o por los críticos que tienden a evaluar de una manera u otra el nuevo cine español.

Y ojo, no estoy para nada en contra del cine low cost, que no se malinterprete, puesto tal y como están las cosas a día de hoy hay dos tipos de sistema cinematográfico: el antiguo (high cost, si es pudiera ser de esa manera) y el nuevo (low cost); solo que este último ha crecido por encima de las posibilidades de todos, chocando con el sistema antiguo y necesitando de otras vías de distribución y explotación.

Porque aunque no lo parezca, hacer cine, no es hacer una hora y cuarenta minutos de metraje, es mucho más, es algo que solo se puede explicar con imágenes.

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