Insidious: Capítulo 3, Papá, ¡hay un fantasma en mi armario

¿Es raro encontrarse una secuela o en este caso precuela que sea mejor que las anteriores películas? En esta ocasión sucede con este ejemplo y es que Insidious: Capítulo 3 supera con creces a los anteriores trabajos de James Wan precisamente teniendo como director, actor y guionista a su padawan Leigh Whannell ¡El alumno supera al maestro! No solo la historia está mucho mejor hilada que las anteriores, los sustos son más numerosos y los actores son mucho más creíbles es que esto es lo que lo diferencia de lo que nos lleva mostrando el cine todo este 2015.

La sensación que tiene el espectador durante todo el metraje roza el desasosiego y una intranquilidad constante ante lo que estamos viendo pues en ningún momento se espera lo que va a pasar pese a que es evidente que algo va a ocurrir. Insidious: Capítulo 3 no sorprende en el fondo, con una temática diferente al resto, un nuevo caso de fantasma acosador, pero si lo hace en la forma.

Leigh Whannell pone desde el primer minuto las cartas sobre la mesa y demuestra que conoce y alaba los elementos del moderno cine de terror basado en golpes de sonido, oscuridad total, presencia de médiums benignos y monstruos aterradores mejorándolos en su película. James Wan había empezado el camino y su amigo da un paso más.

La sensación de deja vu que tenemos nada más salir de la sala viene dada por algunos rasgos de la escuela que tiene en Annabelle y Expediente Warren los máximos exponentes. Esa obsesión por los colores rojo y negro, por las ventanas y las telas que ocultan cuerpos, por los techos y ascensores como lugares donde acechan nuestras peores pesadillas complementan una imagen del más allá personal e identificable en los films de estos jóvenes genios. Como de costumbre la música aporta su granito de arena acentuando los momentos de mayor tensión de la película con unas notas acordes con la escena que se está visionando.

Todos sus largos se distinguen por una corta lista de reparto con nombres desconocidos e incluso con la presencia del mismo director entre ellos, en este caso uno de los investigadores que ayudan a la joven protagonista. Esta vez rompe la norma la inclusión de Dermot Mulroney al que hacía tiempo que no le echábamos el ojo.

Si somos capaces de descubrir y ordenar todas estas claves disfrutaremos de un conjunto homogéneo y perfecto pero si no escarbamos en la superficie nos perderemos muchas de ellas ¡Así que ha disfrutar con todo lo que ofrece! ¡Seremos capaces de verlo!