Furia en el valle, maravilloso carrusel de tópicos

Imagínate por un momento entrando en el escenario de una película del oeste, imagínate recorriendo cada uno de sus tópicos, y algunos no tan tópicos, e imagina que tú, un forastero que acaba de bajar del tren, se pasea por la calle principal, desmontando todos y cada uno de estos, timando al timador, pegando al matón del pueblo y burlándose del gracioso del pueblo.

Esta es la premisa inicial de Furia en el Valle, infame traducción, una más, del título original The Sheepman, aunque en este caso el titulo original cuenta demasiado de la película. Una película donde Glenn Ford parece vivir una segunda juventud y baila como pez en el agua dentro del personaje burlesco que se le propone, alguien que uno a uno desmonta todos y cada uno de los tópicos de este tipo de películas, incluyendo personajes muy determinaos por su raza, un restaurante chino donde los habitantes del pueblo o un nombre singular, extraño y chistoso para el protagonista, así como la inclusión continua de permanentes bromas por parte de Ford, hasta la más rota de las crueldades en el desenlace, por incluir incluye una historia de redención, de gente que tenía una vida y se abre nuevas posibilidades, se crea una nueva vida, de la nada, con mentiras o sin ellas, cada uno utilizando sus métodos, pero, no siempre con igual eficacia.

A menudo es confundida con una película de humor, cuando es uno de los más crudos dramas del tipo yo contra el mundo, y porque tengo razón y el humor solo está presente en la forma de expresarse del protagonista. Supongo que parte de esta confusión puede venir porque el personaje del malo es interpretado por Leslie Nielsen, y que nos constata que en algún momento no tuvo el pelo blanco. George Marshall parece burlarse de todos los estereotipos del género, o mejor dicho de lo que llamamos películas de vaqueros, y es precisamente eso, burlarse de los vaqueros, y no del Western, porque es, sin duda, uno de los más completos e infravalorados de la historia del cine. De cualquier modo, George Marshall, sería el artífice años después de La conquista del lejano Oeste, una de las obras cumbres del género.

furia en el valle

Shirley MacLaine es una fantástica partenaire para Ford, terminando en una posición muy alejada de su inicial, como buen tópico, evoluciona de formar parte de un bando, a defender a ultranza y ayudar a Ford en los problemas que el mismo se causa. Esta es, sin duda, una película para amantes del género de Western, pero también una película para quienes no vieron un western en su vida se sientan inspiradas en la comedia, los tópicos y los giros de guion simplones, aunque inesperados, que no llevan a nada relevante, con bonitos paisajes de montañas y praderas. No es una propuesta valiente, pero si es audaz, cuando menos, pero desde luego, lo que si es una fantástica y olvidada película de Western, infravaloradas frente a otras, que se llevaron más al cine de autor, y por eso quizás sean más nombradas, pero no mejores, o al menos, esta es mi opinión.

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