Continuamos analizando la programación del primer Festival Online de Mujeres de Cine; en esta ocasión hablamos sobre El despertar de las hormigas y el documental Hayati.
El despertar de las hormigas (Antonella Sudasassi Furniss, 2019)
Antonella Sudasassi Furniss presenta su ópera prima, El despertar de las hormigas, película con la que consiguió la nominación a los Goya en la categoría de mejor película iberoamericana en la pasada edición de los premios. Este drama costarriqueño nos presenta a Isa, una modista que no quiere tener más hijos pese a las insistencias de su marido.
Sudasassi Furniss habla sobre el papel de la mujer en la familia tradicional siguiendo a su protagonista y poniendo bajo el foco la relación con sus hijas, su marido y el resto de familiares. El cambio que experimenta Isa es tan despacio, tan poco a poco, que solo nos damos cuenta cuando ya ha cambiado casi por completo.
El despertar de las hormigas es el claro ejemplo de eso a lo que nos referimos cuando pedimos más proyectos audiovisuales creados, dirigidos y escritos por mujeres. La imagen que ofrece Sudasassi de sus personajes femeninos, en especial de Isa, tiene una mirada eminentemente femenina, donde traza un personaje real y complejo lleno de verosimilitud. Las miradas y gestos de Daniella Valenciano, quien da vida a Isa, aumentan más aún esa sensación de estar viendo un trozo de vida.
Poner en relevancia la sexualidad femenina o reivindicar las relaciones madre-hija son algunos de los temas que terminan de llenar de esencia El despertar de las hormigas, que gracias a la naturalidad de sus actuaciones acerca más los personajes a la realidad. La directora consigue demostrar un gran potencial tanto en sus formas como en su manera de mirar.
Hayati (Sofi Escudé y Liliana Torres, 2017)
Sofi Escudé y Liliana Torres escriben y dirigen este documental sobre los refugiados sirios donde presentan dos historias paralelas. Por un lado, conocemos la vida de Ossamah y su hijo, quienes protagonizaron una de las imágenes más mediáticas sobre los refugiados al sufrir una zancadilla por parte de una reportera. Por otro, conocemos a tres futbolistas sirios con mucho potencial que están recluidos en Turquía a esperas de poder cruzar la frontera.
Las autoras se meten de lleno a la vida de estas familias utilizando planos cortos, y afrontan los momentos más íntimos de sus protagonistas colocando la cámara lo más cerca posible, en una decisión arriesgada que no le sienta del todo bien y resume a la perfección lo que consigue del film: mostrar los acontecimientos tan cerca que no podemos ver más allá. Esta decisión de emplear los planos cortos, que tan a menudo ha sido objeto de controversia en el género documental, parece un intento desmesurado de hacer al espectador cómplice de la historia de sus protagonistas.
Ecudé y Torres parten de una premisa a la que no logran hacer justicia, donde las escenas más interesantes quedan en un segundo plano y las imágenes banales son prioritarias, desaprovechando el potencial de lo que podría haber sido. Lejos de lanzar preguntas, Hayati se limita a poner imagen al día a día de estos refugiados con grabaciones de sus vidas. El documental logra relucir más cuando utiliza animaciones acompañando los relatos en voz en off de sus protagonistas, que narran aquello que han vivido y humanizan la película gracias a sus familias, sueños y aspiraciones.
Podéis seguir todas las novedades del Festival Online de Mujeres de Cine desde Cine en Serio.
Pablo Parrilla
Chema AR
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