Caza al asesino, el mercenario Sean Penn y España son los toros

Lo que más sorprende de Caza al asesino es cómo ha conseguido convencer a actores de reputación para que formen parte del elenco. Sean Penn, Javier Bardem e Idris Elba (pese a parecer menos de diez minutos del film) encabezan el reparto de una película de acción basada en estereotipos, previsible e inconexa. El argumento nos sitúa en la piel de Jim Tierrer (Sean Penn), una especia de espía internacional que pasa desapercibido realizando tareas para una ONG al que le ordenan el asesinato de un ministro del Congo. Años más tarde, acomodado en una nueva vida, acaba siendo perseguido para ser asesinado. Terrier deberá descubrir cuáles son los motivos de su persecución y acabará dándose cuenta de que todo es un complot de sus antiguos compañeros de trabajo. La película se esfuerza innecesariamente en no dejar claro al espectador quienes son los perseguidores de Terrier y los motivos que les impulsan a ello.

Caza al asesino acaba siendo una copia barata de la saga Jason Bourne. Terrier pese a no tener amnesia está totalmente desorientado en un mundo peligroso y su única voluntad es sobrevivir. Todas las escenas de acción renuncian a la existencia de un argumento o de algún otro valor de interés que no sean los puros puñetazos o pistoletazos. Pese a esforzarse en construir una historia solida con muchas capas interesantes, acaban creando una película tediosa, de secuencias cíclicas y repetitivas y que acaba cometiendo el peor error que puede cometer una obra de acción: aburrir.

Caza al asesino

Buena parte de la película se desarrolla en Barcelona, algo que a primera vista podría se tentador para el espectador español que desee ver como reflejan su país en las grandes producciones americanas. Pero lamentablemente acabará muy decepcionado al darse cuenta de que lo único que asocian los americanos a España son los toros. Es evidente la falta de documentación por parte de los productores de la película que deciden desarrollar la última secuencia en una corrida de toros en la plaza Monumental de Barcelona. Plaza de toros que lleva cerrada varios años después de la prohibición de la tauromaquia en Cataluña (ya podría haber avisado Bardem sobre ello). Es muy desagradable que no se esfuercen ni tan solo en crear unos buenos entornos y localizaciones que no se rindan a estereotipos absurdos. Parece que la única razón por la que buena parte de los acontecimientos sucedan en España es para incluir la gran secuencia final en la plaza de toros. Siguiendo su tono previsible, el combate final entre Sean Penn y el más malvado de los malvados sucede en un montaje en paralelo con imágenes de la corrida y la matanza del toro.

Ni si quiera la interpretación de los actores salva la película. Sean Penn se comporta como uno de Los mercenarios que nunca ven cuando retirarse de Stallone, Javier Bardem interpreta de nuevo a un personaje loco/malicioso y la aparición de Idris Elba están escasa que ni si quiera merece ser llamada interpretación.

Caza al asesino

Caza al asesino es una película de acción por acción basada en estereotipos, protagonizada por actores encasquetados en papeles igual de prototípicos y que encima molestará en especial al espectador español.

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