Americana Film Fest 2020: "Honey Boy", más Shia

Lejos de dejar de fascinarnos parece que Shia LaBeouf tiene muchas sorpresas que regalarnos. La última de ellas no es una performance en la que ve toda su filmografía de golpe o se encierra en un cubículo dentro de un museo, es Honey Boy, una película autobiográfica.

El polémico actor escribió la obra tras pasar dos meses internado en una clínica de rehabilitación después de ser detenido por altercados (Shia ahora es amigo del policía que lo detuvo e incluso pescan juntos). Obligado a analizar los problemas que le llevaron hasta esa situación, acabó explorando su infancia y la influencia que su padre tuvo en la persona qué es ahora. Todo esto se transformó en un guion que poco después se convertiría en el film Honey Boy. No teniendo suficiente con el análisis psicológico al que tuvo que enfrentarse en rehabilitación, culmina este proceso de introspección interpretando a su propio padre en la película. Un padre que lejos de comportarse como tal, se comporta, en palabras del propio actor, como un colega. Su frustración con el mundo del espectáculo y su adicción al alcohol y las drogas acababan estallando en un joven Shia que justo estaba empezando su carrera como actor. Padre e hijo se enfrentan constantemente en el motel en el que viven y cada uno lucha por sus propios intereses. Los del padre, conseguir que su hijo no fracase en el mundo del espectáculo y que no le abandone ya que es su principal fuente de ingresos; los del hijo, intentar vivir una vida más o menos normal para un niño de su edad.

Uno de los adornos del film que acaba teniendo una influencia bastante importante en su estructura son las dos realidades temporales con las que juega. La primera y más importante es la de la infancia de la joven promesa, la segunda muestra al mismo personaje años después, con una carrera cinematográfica solida y en una clínica de rehabilitación rememorando los conflictos con su padre. Este segundo marco temporal hace incluso demasiado hincapié en mostrar los paralelismos con la vida de Shia y no aporta nada que el propio espectador pueda deducir por sí mismo. Quizás si el film hubiese puesto todos sus recursos en contar de forma más concisa su tema principal habría mejorado la experiencia inmersiva del espectador. Sea como sea es digno de admirar esta obra a caballo entre otra de las muchas performances del actor y una sólida película con ideas e interpretaciones excelentes.