Alegrías de Cádiz, deambulando sin rumbo

Alegrías de Cádiz es la vuelta al cine de Gonzalo García Pelayo, ese señor que podría ser el Leonardo Da Vinci de nuestra época; y que por su cine, se le considera en los círculos más entendidos, como una especie de icono desconocido y vilipendiado en la cultura cinematográfica española.

Sin duda esos entendidos llevan su parte de razón, ya que a finales de los 70 y principios de los 80 demostró con películas como Vivir en Sevilla o Corridas de alegría, que podía ofrecer algo diferente y fresco, a un cine que mayoritariamente venía a ofrecerse a otras temas menos arriesgados o artísticos. Pero claro, es fácil dejar pasar 30 años, hacer una retrospectiva y ensalzar la figura de un cine arriesgado, comprendido dentro de un momento y de una época. Y ese es el mayor problema de Alegrías de Cádiz, que es demasiada parecida a Vivir en Sevilla, solo que 24 años después, siendo más un autohomenaje a la figura del director y a toda esa cuadrilla que formaron parte de su filmografía años atrás.

Alegrías de Cádiz

Resulta curioso como en pleno auge del cine low cost y del cine arte que sufre nuestro país, esta película no tiene cabida en ninguna de esas dos corrientes, deambulando entre el corto típico de estudiantes que acaban la carrera y el video de la últimas vacaciones en Cádiz. Precisamente esa es la palabra que mejor define a la película, deambular, y eso sí es mérito de su director, ya que consigue sumergirte en un ir y venir de historias, de vividores andaluces y soñadores rotos que no encuentran su sitio en un lugar lleno de luz y magia.

Poco más se puede añadir salvo que si pueden, y aquí viene el momento pedante que tanto esquivo en una crítica, vean Vivir en Sevilla y comparen a su actor principal con el protagonista de Alegrías de Cádiz, que aún siendo padre e hijo, hace una perfecta imitación, digna de un cómico reconocido de televisión. Pero a lo mejor me equivoco, y dentro de otros 30 años volvemos a ensalzar una película de García Pelayo. A lo mejor es que 2014 no era el momento de Alegrías de Cádiz. Tendremos que esperar al 2044 para ver que ha pasado. El tiempo lo dirá.

0 comments
  1. Pingback: Bitacoras.com

Deja un comentario

You May Also Like

La ciudad de las estrellas (La La Land), música… y ¡acción!

No soy muy dado a los musicales, en parte porque soy el equivalente humano a un caminante blanco, pero sobre todo porque considero que una imagen es capaz de decir…
Ver entrada

Sitges 2015: Absolutamente todo, absurdo diluido

Terry Jones es junto a Terry Gilliam el miembro de los Monthy Python que mejor ha sabido  independizarse y desarrollar una carrera como director de cine. Su enorme experiencia delante…
Ver entrada

Festival de Málaga 2021: «Operación Camarón», es lo que se lleva

Sebas Arroyo es músico ¡pero no uno de los buenos! Como no consigue triunfar de lo suyo decide entrar en el cuerpo de policía de la queridísima Cádiz, un lugar…
Ver entrada