Gett: El divorcio de Viviane Amsalem, la mujer más allá de Israel

El cine de denuncia tiene muchas veces un lado problemático: por regla general el espectador civilizado está de acuerdo con la tesis del director y el hecho a denunciar; así, como el autor de la película no sea imaginativo la denuncia se puede tornar en obviedad. Por supuesto siempre queda el aprendizaje que podemos tomar al conocer una realidad que nos es ajena. Pero las intenciones no lo son todo. Por fortuna, no es el caso de Gett: El divorcio de Viviane Amsalem de los hermanos Ronit Elkabetz y Shlomi Elkabetz.

Gett: El divorcio de Viviane Amsalem narra la historia de Viviane, una israelí que quiere divorciarse de su marido tras llevar un tiempo de separación. El problema es que, según las leyes judías, el marido tiene la última palabra a la hora de decidir si divorciarse. En poco ayudan los jueces, que no entienden ni comparten que Viviane no quiera estar con tan buen hombre, ni el resto de amigos y familiares de la pareja que se ven obligados a testificar, cuestionando del mismo modo las intenciones de la mujer, que simplemente no ama a su marido.

Gett: El divorcio de Viviane Amsalem

Toda la película centra su atención en el monótono juicio durante varios años donde asistimos a la desesperación que puede llegar a sufrir una mujer israelí para conseguir el divorcio. El logro de los hermanos Elkabetz consiste en encerrarnos en las míseras cuatro paredes del juzgado y someternos a un calvario similar al de Viviane. Pero dentro de la asfixiante propuesta, que podría haberse quedado en una simple teatralidad, los directores permanecen atentos a miradas y detalles que nos hablan con sutil sugerencia de todo lo que intuimos y puede estar ocurriendo fuera de la habitación del juzgado. Nada de esto sería posible sin la soberbia labor de todos y cada uno de los actores, con mención superlativa a Ronit Elkabetz, actriz principal, guionista y directora de la película.

Pero lo mejor de la lucha de Viviane es que consigue trascender a la anécdota y el contexto israelí para erigirse en la lucha de toda mujer en un mundo donde el machismo es algo normal y, por tanto, natural. Nosotros, españoles evolucionados, nos echaremos las manos a la cabeza con el calvario de Vivianne, sin atender a que muchas de las declaraciones de los testigos las podemos seguir oyendo en muchos de nuestros vecinos. Ahí es donde Gett: El divorcio de Viviane Amsalem se eleva, plantando en nuestra mente la idea que el sufrimiento de esta mujer es en realidad el de muchas mujeres más allá de Israel.

2 comments
  1. Pingback: Bitacoras.com

Deja un comentario

You May Also Like

La Gran Familia Española, to er mundo e güeno

Daniel Sánchez Arévalo tiene una extraña capacidad para hacer un cine que podríamos llamar anestesiante: ni muy dramático, ni muy cómico y siempre dejando ese buen y peligroso sabor de…
Ver entrada

Festival de Málaga: Hablar, los actores y la palabra

Joaquín Oristrell confirmó su carrera como director con su tercera película, Sin vergüenza, que se hizo con tres premios en el Festival de Málaga de 2001. En esta película Oristrell se…
Ver entrada

La ley del mercado, buscar empleo es un trabajo muy duro

Pocas veces una película aborda la problemática del desempleo desde un punto de vista tan duro como lo hace La ley del mercado. La crisis mundial que sacudió a la…
Ver entrada